Desde su lanzamiento en 1974, High Times ha sido mucho más que una simple revista; ha sido una voz influyente en la cultura del cannabis y un faro para la comunidad cannábica en todo el mundo. Fundada por Tom Forçade, High Times surgió en un momento crucial en la historia moderna de la marihuana, cuando la contracultura y el movimiento por la legalización comenzaban a tomar forma.
Un Comienzo Revolucionario
La primera edición de High Times salió a la venta en el verano de 1974, con una portada que presentaba a un buzo de marihuana nadando en un mar de hojas de cannabis. Desde el principio, la revista se posicionó como una plataforma para la celebración de la marihuana y como un medio para abogar por su legalización.
Explorando la Cultura Cannábica
High Times no sólo proporcionó información sobre el cultivo, la cosecha y el consumo de cannabis, sino que también se convirtió en un foro para la expresión artística, la música y la política relacionadas con el cannabis. La revista presentaba entrevistas con figuras influyentes en el mundo del cannabis, perfiles de criadores y cultivadores destacados, reseñas de productos y reportajes sobre eventos y festivales de cannabis en todo el mundo.
Un Cambio de Paradigma
A lo largo de los años, High Times ha sido un motor de cambio en el movimiento por la legalización del cannabis. La revista desafió las percepciones estigmatizadas sobre el cannabis al presentarlo como una sustancia no sólo recreativa, sino también terapéutica y espiritual. Además, High Times fue pionera en la celebración de la marihuana a través de sus famosos eventos, como la Cannabis Cup, que reconocen la excelencia en el cultivo y la producción de cannabis.
Legado y Relevancia Continua
A pesar de los desafíos y cambios en la industria de los medios de comunicación, High Times ha perdurado como una autoridad respetada en el mundo del cannabis. Su enfoque en la cultura y la política del cannabis ha mantenido su relevancia en un momento en que la legalización está ganando impulso en todo el mundo.
High Times ha sido mucho más que una revista; ha sido un defensor incansable del cannabis y un símbolo duradero de la cultura cannábica. Su legado perdurará en la historia del movimiento por la legalización y en la cultura popular en general.